Hermoso reto teatral
“El extraño viaje” (Basada en la película de Fernando Fernán Gómez)
Reparto: Victor Ullate, Juana Cordero, Guillermo Montesinos,
Juana Andueza, Ana Villa y Mar del Hoyo.
Escenografía: Anna Tusell e Ikerne Giménez. Iluminación: Felipe de Lima
Dirección: Gabriel Olivares
Decía Jean Cocteau que el espejo tenía que reflexionar antes de proyectar la imagen. Quien quiera ver en este espléndido asunto teatral el reflejo de la mítica película en que se basa y a partir de ahí sopesar la comparación es muy libre de hacerlo pero está perdido. No es el espejo proyectado sobre los géneros, porque el reclamo de lo que firmó Fernando Fernán Gómez está en la historia y este otro extraño viaje es una espléndida y aguda parodia no sólo de lo que motiva el enredo, el crimen y el desenlace sino una pirueta tras otra en torno al mismo teatro: el guiño al vodevil desde la mejor comedia española partido por dos, el humor y una brillante estética evocadora del esperpento. En este tiovivo dramático tienen mucho que ver varias cosas: una buena adaptación de una película memorable, una escenografía cuidadísima e innovadora, una magnífica interpretación y una hábil dirección de Gabriel Olivares que ha arriesgado la química de las emociones y que el público firma con su aprecio.
El reto era llevar una película al teatro cuando lo sensato es lo segundo, pasar “Las bicicletas”, “La gata” o “El tranvía” o ya no digamos la novela al cine, dado que el hecho narrativo apoya lo que venga después; pues no. Lo que aquí vemos tiene fuerza por la misma índole teatral en que se desarrolla, un espacio escénico móvil en torno a geometrías y luces y apagones donde unas siluetas de gatos, perros y mirones siguen el curso narrativo de los personajes. Tal originalidad hace que la comedia pase al comic demostrando que el blanco y negro no sólo el cine podía firmar. Hay guiños, pues el “Pasapoga” sobre Berlanga gravita en esencia y hay guiños al teatro de hondo calado, Mihura, entre tinieblas. A la acción falta quizás, un poco de ritmo, cuestión de rodaje. O, mejor dicho, representaciones, pues en “El extraño viaje” el espectador encontrará la emoción de palpar la hermosura del teatro, el factor humano de papeles que vibran por la credibilidad del oficio de quien los representa, momentos memorables como esa magnífica Juana Cordero asistiendo al pase de modelos de un granuja en manos de Victor Ullate que da buena talla o la vis espléndida de ese gran actor que es Willy Montesinos culpable además de adaptar con éxito este reto al que, sin duda, esperan los Max. Afortunado el público de Zamora pues recordará el estreno cuando del viaje se hable.